Azúcar: la tentación irresistible

El dulce es nuestro sabor favorito. Nuestro deseo de azúcar es totalmente natural. Toda la vida tiene su origen en estas moléculas de glucosa; quizás la invención más fascinante de la naturaleza en 4.000 millones de años. Pero no se debe exagerar.

Consumo

Cada año consumimos por persona alrededor de 50 kg de azúcar. ¿Cómo? Se encuentra en el 80% de los alimentos; muchas veces también en productos insospechados: carne y embutidos, salsas, yogures, bebidas sin y con alcohol, kétchup, muesli, comida precocinada, pizzas, salmón ahumado, verdura enlatada, etc.

Descomposición y efecto

Durante la producción del azúcar blanco (refinado), al producto natural —el azúcar de caña— se le quitan minerales y otros nutrientes valiosos. Precisamente, el cuerpo necesita estos minerales para procesar el azúcar. Puesto que no “vienen” junto con el azúcar, el cuerpo los toma de los depósitos corporales propios; por lo tanto, el cuerpo se desmineraliza. Está científicamente comprobado que el azúcar tiene un factor adictivo.

Las pequeñas partículas de azúcar fabricadas artificialmente (glucosa soluble) pasan directamente a la sangre sin haber sido descompuestas en el estómago y en los intestinos. El nivel de azúcar en sangre aumenta súbitamente y, posteriormente, baja por debajo de su valor normal. Este efecto “péndulo” de un extremo al otro extremo provoca el “sugar blues”. Cuando las células corporales ya no pueden asumir más moléculas de glucosa, la parte sobrante de azúcar en sangre se transporta al hígado, se procesa y se depositará como reserva de grasa en diferentes partes del cuerpo. A la larga, engorda.

Edulcorantes

Muchas veces los azúcares naturales o artificiales no están bien declarados en las etiquetas de los alimentos. Se pueden leer términos como lactosa, fructosa, maltosa, sacarosa, lactitol, xilitol, sorbitol, isomaltitol, levulosa, oligofructosa, etc., difícilmente reconocible para el comprador.

Molestias

Posibles molestias cuando se consume azúcar blanco (refinado):

cansancio, falta de concentración, hiperactividad, problema digestivos, cándidas, caries, sobrepeso, enfermedades cardiovasculares, tensión arterial alta, diabetes, acidez excesiva de las células, porque la metabolización del azúcar provoca residuos ácidos.

Alternativas

Hay alternativas para sustituir el azúcar blanco, como el sirope de arce, la miel, la melaza de arroz, los frutos secos o estevia: todos contienen valiosos minerales. Sin embargo, su metabolización es igual que la del azúcar (ácido) y contienen calorías (a excepción de la estevia). Por eso, ¡las alternativas más sanas también se deben consumir con moderación! Lo mejor es acostumbrarse poco a poco a comer menos dulce.

Un ejemplo: endulzar el yogur natural con fruta fresca o cocida en lugar de comprar un yogur con sabor que contiene una cantidad de azúcar considerable.

Libro interesante:

William Dufty: Sugar Blues (inglés)

 

Leave a Reply