Amaranto
Amaranto. Esta planta con aspecto de cereal es de origen sudamericano, igual que la Quinoa. Figura como una de las plantas más antiguas de la humanidad. Sus semillas amarillas son minúsculas como la punta de un alfiler y muy potentes: actúan contra radicales libres, contienen ácidos grasos no saturados, sirven como protectores vasculares y elevan el nivel de serotonina. Garantizan un funcionamento corporal y mental óptimo. Además suben la capacidad de concentración, mantienen el equilibrio de la psique y despierta los ánimos.
El Amaranto existe inflado como complemento de muesli; es apto para hacer pan, se mezcla con quinoa como crema de cereales para el desayuno, sirve como guarnición con verduras salteadas o como relleno de tomates o calabazas. Molido finamente y mezclado con agua se convierte en una bebida matutina muy eficaz. Sus ingredientes llegan rápidamente al torrente sanguíneo y proveen el organismo con serotonina.
Preparación
1 vaso de amaranto
3 vasos de agua
Tiempo de cocción: llevar a ebullición y cocer a fuego lento 20 minutos