Dulce y consciente
En mi niñez solo comíamos algo de dulces por motivo de celebraciones especiales. También el estrés en el colegio ó en casa era a menudo la causa para disimuladas visitas a la despensa familiar para acaparar todo el chocolate que se podía —— siempre con miedo de ser pillado y castigado.
Esta tensión que me conducía a un exagerado consumo de azúcar, aumentó con el tiempo, y con ello mi inadaptación a los alimentos. Después de haber sufrido durante los años de mi adolescencia una gastritis crónica, llegué paulatinamente a la conclusión, que mi propósito de tener la vida bajo control, había fracasado completamente.
Mis estudios sobre la sostenibilidad y mis primeros encuentros con la práctica de la meditación y la atención después del bachillerato, me llevaron al convencimiento, que la situación del mundo no se podrá cambiar solo con leyes que limitan tanto el consumo, como la cuotas de CO2 en la atmósfera. Según mi opinión la verdadera crisis habrá que buscar en nosotros mismos, en nuestro orden de valores materialistas, y en nuestras necesidades externalizadas. La práctica de la atención me ayudó a proyectarme más y más hacia mi interior, y a concentrarme en esta necesidad.
Aún como mucho chocolate, pero no porque me siento forzada por el estrés ó por las circunstancias exteriores, sino porque he decidido disfrutar …… pero sin pasarme!
En el proyecto trienal «Formación para el consumo sostenible a través del entrenamiento de la atención» (BiNKA), financiado por el BMBF, que ha comenzado recientemente en la Universidad Técnica en Berlin, queremos investigar más ampliamente y sobre una sólida base científica, que influencia tiene el entrenamiento de la atención sobre el comportamiento consumista de diferentes grupos de destino. La idea del proyecto nació a raíz de mi propia historia vital. Hoy en dia mucha gente – y también yo – estamos conscientes de los efectos negativos que tiene nuestro consumo sobre la naturaleza y la vida humana, pero nos cuesta mucho cambiar nuestro comportamiento destructivo por un consumo más sostenible/ más sano.
Según nuestro criterio, para conseguir esto la atención podría ser un verdadero apoyo, y no solamente por ser el reflejo de mi experiencia personal, sino porque se sabe, que la atención favorece el hecho de tomar consciencia de comportamientos habituales é inconscientes, pudiendo ser el modo de ampliar el propio ámbito de respuesta.